lunes, 17 de enero de 2011

Abre los ojos.

Cuando te das cuenta que ya nada tiene sentido, que salo te asomas a la ventana para ver si algo ha cambiado, miras todo sigue igual y vuelves a la cama intentando no volver a despertarte, hasta que tienes el sueño mas bonito del mundo te despiertas y vuelve a mirar por la ventana  ves que todo sigue igual. No sabes que hacer si llorar o reír por pensar que algo había cambiado.

Te miras al espejo, te ves destrozada con ojeras y agotada. Abres bien los ojos te miras y gritas:
-Ya no puedo más, esto debe cambiar.

Cojes el maquillaje te arreglas, te peinas, y sales a la calle. Pasas de todo el mundo vas buscando a alguien pero no sabes a quien. Miras de lado a lado, no ves nada, de pronto se te cruza un chico no lo ves venir, se choca contigo, te quedas embobada mirándole los ojos tan profundos que tiene. Reaccionas tarde ya lo has perdido de vista, vas corriendo y no lo encuentras te paras y de pronto llegas a tu casa, no lo ves, decidida a subirte a casa vuelves a mirar, no está. Estas subiendo escalera por escalera intentando no llorar. Llegas tu planta y derrepente él esta ahí, como si nada.

Es tu vecino, estuvistes  tan ciega que tu vistes a tu amor al otro lado de tu puerta y no lo quisistes  ver.
Destapate los ojos y mira tu alrededor, seguro que el esta ahí esperándote.

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